miércoles, 29 de mayo de 2024

Cómo maneja un líder sus miedos.


Cómo maneja un líder sus miedos.


Escuché una anécdota sobre liderazgo y manejo de emociones que me impactó. El ejemplo esta vez es Nelson Mandela y un relato de Richard Stengel quien trabajó con él para hacer su autobiografía. La historia contada por Richard dice así…

“Estábamos volando hacia Natal en un pequeño avión a hélice con cuatro pasajeros. Tan pronto Mandela subió al avión se puso a leer el diario. Yo estaba sentado justo frente a él. Aproximadamente a mitad de camino, Mandela señala hacia afuera de la ventana y veo, para mi gran horror, que la hélice había dejado de girar. Entonces él muy tranquilamente me dice: ‘Richard, andá a informarle al piloto que la hélice no está funcionando’. Yo dije, ‘Sí, Mandela’. Caminé hacia la cabina y el piloto que estaba muy al tanto de la situación me dijo: ‘Volvé ya a tu asiento y sentate. Hemos llamamos al aeropuerto. Ya tienen las ambulancias ahí y van a cubrir la pista con espuma’.

Volví y le conté a Mandela, y él, muy solemnemente me dijo “Sí”. Luego, levantó el diario y siguió leyendo. Yo estaba aterrado y lo único que me calmaba era mirarlo a él. Mandela estaba absolutamente calmo.

El avión aterrizó sin problemas. El nunca cambió la expresión de su rostro ni mucho menos. Dejó el periódico, bajó del avión e ingresó conmigo en el aeropuerto. Y mientras ingresábamos tuvimos un momento a solas, volteó hacia a mí y me dijo: ‘Hombre, qué estuve asustado ahí arriba!’. Fue una gran revelación, porque de eso se trata el coraje. Coraje no es no tener miedo. Coraje es estar aterrado y no demostrarlo. Y eso me tranquilizó. Mirarlo a él me dio coraje porque él estaba simulando no tener miedo, y eso fue lo que hizo toda su vida. Cuanto más pretendés que no tenés miedo, menos miedoso te hacés.”

Creo que esta lección de Mandela es una gran enseñanza para todos los líderes. Cuando las cosas se ponen realmente feas, las miradas se dirigen al líder para ver su reacción. 

El líder tiene ahí dos opciones: a) ser uno más, uniéndose al pánico; o b) mantener y demostrar calma. La actitud del líder es sumamente importante aquí. 

El líder contagia directamente sus emociones al grupo, con tan solo una palabra o una mirada. En este caso, ser transparente como líder, contagiaría automáticamente terror, desconcierto, ansiedad, lo cual sería un grave error…

Mandela tuvo miedo porque es humano. Y está bien que los líderes tengan miedo. Lo que marca la diferencia es lo que los líderes hacen al respecto.