viernes, 21 de febrero de 2025

Ventajas y desventajas del liderazgo autocrático.

Por: Éxito y Liderazgo.




Ventajas y desventajas del liderazgo autocrático.
A pesar de que esta forma de dirigir a los demás, a menudo puede ser más molesta que benéfica, hay que reconocer que como todos los tipos de liderazgo también cuenta con sus puntos positivos. En primer lugar, estas son las ventajas que se pueden hallar en él:
·         Se encarga de cumplir con eficiencia y en el menor plazo de tiempo posible, todas las tareas necesarias para cumplir un objetivo.
·         Es muy exhaustivo con el trabajo de cada subordinado, lo que garantiza un trabajo de alta calidad.
·         Se especializa en trabajar bajo presión y aún con el tiempo y numerosas circunstancias por encima.
·         No le teme a las decisiones rápidas y es capaz de hacer lo necesario para mantener a flote un proyecto difícil.
·         Siempre controla hasta el más mínimo detalle, para no dar lugar a errores o retrasos.
·         Cuando es necesario despedir a un elemento negativo para el trabajo en equipo, lo hace sin vacilación.
Por otra parte, tampoco se puede ignorar que la autocracia lleva consigo una serie de desventajas que no habría porque subestimar. Las que puedes leer a continuación no te serán del todo desconocidas:
·         Provoca frustración y sentimientos negativos en sus subordinados.
·         Impide el crecimiento de una compañía o proyecto, al dejar fuera buenas ideas de parte de otros miembros del equipo.
·         No brinda la motivación necesaria a los trabajadores, para que se mantengan dando el 100% en sus obligaciones.
·         Fomenta la competencia a tal punto, que las personas en vez de colaborar entre sí, pueden llegar a sabotearse.
·         No existe comunicación entre el líder y la gente que esta a su cargo, a no ser por los fallos que puedan cometer estos últimos.
·         No se fortalece con la participación de los empleados.
Como evitar abusar del liderazgo autocrático
Después de leer lo anterior, ya habrás podido darte cuenta de que ser un líder autocrático podría no ser la mejor opción, en comparación a otros tipos de liderazgo que pueden brindarte más beneficios. No obstante si hay algo que aceptar, es que a veces cuando tenemos la oportunidad de estar a cargo, es más fácil caer en actitudes que no nos dejan tomar en cuenta lo que dicen los demás.
El ego y la sensación de tener aunque sea un poquito de poder, pueden ser dos elementos muy poderosos. Practicar la autocracia en su justa medida, es algo que todo buen líder debe aprender a hacer. Algunos consejos para lograrlo son los siguientes:
·         No tengas miedo de delegar responsabilidades. El asignarle parte de tu trabajo a alguien más, no te hace más débil o te resta autoridad. Delegar es imprescindible cuando quieres dar lo mejor, porque una carga de trabajo excesiva al final, se puede volver contra ti. Por otro lado, esta es la mejor manera de motivar a quienes tengas a tu cargo y demostrarles que confías en sus capacidades.
·         Aprende a valorar los pensamientos de los demás. Acéptalo, no siempre tienes la razón y en ocasiones, una excelente idea puede venir de alguien más. Pero tú eres el líder y si alguien más no tiene la confianza suficiente para hacer realidad su visión, tú puedes hacer que esta sea posible y muy positiva para todos.
·         Recuerda que hacer presión, no todo el tiempo equivale a eficacia. Es fácil apurar a los demás para que cumplan con su trabajo, pero a final de cuentas, todo el esfuerzo es de ellos. Piensa en la forma en la que tú te sientes cuando tienes demasiadas cosas por hacer y no temas permitir que los demás se tomen un buen respiro de tanto en tanto.

·         Planea con anticipación como vas a cumplir cada proyecto que tengas, para presionar lo menos posible a tu equipo. La organización es genial porque te permite encontrar un tiempo y un espacio para todo. No te obsesiones con obtener resultados en poco tiempo. Lo que importa es que sean buenos y dejen a todos satisfechos con lo que hacen. La calidad debe ser una prioridad sobre la cantidad y la rapidez.