La trampa del ego en el liderazgo de hoy.
Todo sabemos que tener seguridad personal es indispensable cuando
hablamos de liderazgo. Sin embargo,
hay una línea muy estrecha entre la autoconfianza y el ego.
Pero, seamos honestos, no hay nada más insoportable que un líder con ego alto.
El ego, así como la autoimagen se deriva de cómo nos vemos a nosotros mismos,
sin embargo existe una sutil pero vital diferencia entre uno y otro. El ego mide tus
capacidades en relación a los otros, mientras que la autoimagen es simplemente el reflejo
de tu espejo interno.
Cuando hablamos de liderazgo sabemos que el verdadero líder no se impone, no tiene que
hacerse respetar, ni tiene que mostrar superioridad para que su equipo lo siga.
El verdadero líder no tiene ego, solo tiene una excelente autoimagen que refleja hacia
el exterior su seguridad personal y sus habilidades para influir en su equipo y lograr
que éste trabaje efectivamente en el logro de los objetivos planteados.
Ser líder no significa ser el mejor los miembros del equipo, al contrario,
significa tener la humildad de reconocer que sin equipo no hay resultados.
Una persona que lidera desde su ego no puede ser efectiva ya que, su sentido de
superioridad, lejos de llevarlo a ganar verdaderos seguidores, lo llevará a tener
empleados que simplemente sigan órdenes de un jefe al que ni siquiera admiran en
realidad lo que inevitablemente generará que el equipo, en vez de proactivo se vuelva
reactivo, lo cual tendrá una incidencia negativa en la productividad y por ende en los
resultados.
Como líderes también tenemos dos opciones, la primera es ser creativos y proactivos
actuando y cambiando nuestra perspectiva y nuestras capacidades y habilidades para superar
e incluso anticipar los retos que se nos presenten. La segunda es ser reactivos, lo cual
implica simplemente reaccionar, es decir, tener a mano el extintor para apagar los incendios
que se vayan presentando.
Liderar desde tu ego solo te permite la segunda opción: Ser un líder reactivo, es por eso
que cada vez es más común que la empresas le brinden a sus empleados herramientas como el
coaching personal, coaching ejecutivo y de liderazgo, porque saben que una persona que tenga
desarrollada su inteligencia emocional, su autoestima y su autoconfianza es una persona
consciente de sus talentos y habilidades, capaz de mantener a su equipo motivado e impulsado
hacia sus metas.
Si sospechas que estás liderando desde tu ego pon en práctica estos 7 PASOS PARA LIBERARTE
DE LA TRAMPA DEL EGO y CONVERTIRTE EN un verdadero lÍder
♦1 Mira a tu espejo interno: Mira hacia adentro de ti y conócete sin juicios, es decir,
no te aproximes a ti mismo buscando tus virtudes y tus defectos, solo busca tus
características personales y conócete tan profundamente que seas capaz de encontrar
dentro de ti todo eso que tienes para darle y enseñarle a tu equipo, pero también
descubre todo lo que tienes por aprender de él.
♦2 Acepta tus limitaciones: El líder no tiene que saberlo todo, ni mucho menos debe perder
tiempo en aprenderlo, el secreto del éxito radica en rodearte de personas que sean
excelentes en cada uno de los sectores involucrados en crear los resultados deseados.
Como decimos en mi país “zapatero a su zapato”.
♦3 Identifica tus creencias y tus valores: Concientiza cuáles son esos pensamientos que das
por ciertos y que son inamovibles para ti, recuerda que tus creencias determinan tu forma
de ver el mundo…y de interactuar con él.
♦4 Alinea tus creencias y tus valores con tus resultados: Una vez que logres identificar
cuáles de tus creencias y valores te están limitandodebes sustituirlos por unos que vayan
acorde a los resultados que deseas.
Por ejemplo si unos de tus valores como líder es el respeto y crees que la manera de ganarlo
es imponiéndolo pero tu deseo es llevar un ambiente de armonía entre tú y tu equipo,
obviamente tu creencia y tus valores no están alineados con lo que deseas lograr.
En este punto resulta muy positivo recibir la ayuda de un coach personal.
♦5 Practica la empatía y la asertividad:Cuando te dirijas a tu equipo asegúrate de ser
empático. Un equipo que se siente comprendido es un equipo motivado, empoderado e impulsado
hacia el logro de resultados. Recuerda que para ser asertivos es importante que entregues el
mensaje con claridad, qué es exactamente lo que esperas de él o ellos, y si hay algo que
corregir sé firme y específico pero no seas crítico; y siempre, absolutamente siempre
cierra la conversación mencionando lo positivo de la(s) persona(s) con quien estás
conversando.
Los tiempos en los que los líderes eran impositivos y tiranos quedaron atrás, ahora estamos
en la era del liderazgo creativo, ese que no permite imposiciones sino, que se basa en la
premisa de que “se atraen más moscas con una gota de miel que con una tonelada de hiel”.