Un empleado motivado es
mucho más productivo, asiste a su trabajo más contento y aprovecha mejor el
tiempo, pero el secreto está en la motivación que le das. Para las empresas
contemporáneas es prioritario contar con colaboradores
competitivos y motivados que contribuyan al logro de los objetivos de la organización, lo
cual no es tarea sencilla.
Está comprobado que un empleado motivado es mucho
más productivo, asiste a su trabajo más contento, aprovecha mejor el tiempo, así como los
recursos que se le asignan e invierte todo el esfuerzo para alcanzar las metas
y objetivos de su puesto de trabajo.
Es común encontrar que para
muchas organizaciones la motivación
de sus empleados está centrada en la parte económica y, por tanto,
las estrategias para motivar a
sus empleados se refieren al incremento en los sueldos, las prestaciones,
incentivos económicos o pagos extras. Sin embargo, es importante reconocer a las personas que buscan otro tipo de satisfactores para asegurar la eficiencia y eficacia de los
empleados, mejorar el clima laboral, incrementar el compromiso y lealtad de sus colaboradores. Para ello se puede recurrir a sencillas técnicas motivacionales. Aquí algunas sugerencias que te pueden ayudar:
1.
Cada quien en su lugar
Vigila que cada empleado se
encuentre desempeñando el puesto que más se ajuste a sus habilidades y competencias profesionales. Se ha comprobado que una
persona que no está capacitada para
realizar las actividades de cierto puesto, pronto se va a desmotivar. Esto puede deberse a que se
sienta aburrida porque está sobrecalificada y
sus capacidades superan lo que se le pide; o por inseguridad y estrés debido a la falta de
preparación para poder cumplir con los requisitos del puesto.
2.
Tómalas en cuenta
Es decir, periódicamente
reúne a tu personal para que puedas establecer conjuntamente las metas y objetivos que se
espera que logren. Es muy importante que las personas sean
tomadas en cuenta en este proceso, ya que participar activamente genera mayor compromiso, motivación y
esfuerzo. Asimismo, cada empleado debe
tener objetivos personales y de equipo, que les anime a superarse y colaborar todavía
más por el bien común.
3.
Reconócelos
Brinda retroalimentación
constante y reconoce el trabajo que está bien hecho o
cuando se logran las metas establecidas. Recuerda que este
reconocimiento no cuesta nada y puede significar mucho, ya que consigue que el
empleado sienta que sus esfuerzos valen la pena. Esto lo hará sentirse
importante para el grupo de trabajo y
para la organización, lo que contribuirá a que continúe trabajando para ayudar
al éxito de la compañía.
4.
Diles que esperas de ellos
Planea a futuro
haciendo del conocimiento de tus colaboradores las expectativas que tienes de su trabajo para
un período. En época de crisis,
incentivar a los trabajadores con planes a largo plazo dentro de la compañía se
ha convertido en una de las mayores motivaciones. Esto es
estimulante para las personas ya que satisface su necesidad de seguridad y estabilidad. Por esta razón, saber que la
empresa cuenta con ellos a futuro y que además pueden escalar posiciones dentro del
organigrama les sirve como incentivo para poner todo su esfuerzo. Ésta es una de las formas más directas de reconocer su trabajo.
5. Implementa políticas flexibles
Se ha comprobado que el
trabajo flexible contribuye a que se tenga mayor
productividad, se reduzcan costos por absentismo, rotación o descuidos,
además genera colaboradores
felices y comprometidos. Ayuda mucho conocer
personalmente a tus empleados y su situación individual, este acercamiento te
permitirá tener información valiosa para motivar
a tu equipo de trabajo, brindándoles flexibilidad dónde más lo aprecian
y adaptarla a sus necesidades personales, ya sea en su horario trabajo, días de
descanso, actividades, jornada reducida, etc. Es importante que seas creativo para encontrar las políticas que mejor
funcionan para tu equipo.
6.
Cuida su lugar de trabajo
Busca la mejora continua en
las instalaciones físicas del lugar
de trabajo. Básicamente se refiere a que tus empleados se
sientan cómodos desempeñando su trabajo. En este punto se debe considerar el
material, el equipo y las herramientas
adecuadas y necesarias para realizar sus funciones, desde una pluma,
goma, calculadora, una computadora personal, la maquinaria de producción, hasta
el buen funcionamiento del aire acondicionado, la iluminación o los sanitarios. Motivar implica implementar
mecanismos para satisfacer las aspiraciones y los intereses particulares con el
fin de dirigir a las personas hacia un objetivo.
Por esta razón, la
motivación del personal dentro de las organizaciones es algo mucho más complejo
que requiere creatividad, innovación y disposición para hacer
los cambios organizacionales que
sean necesarios para lograrlo.