Por: Liderazgo y Equilibrio.
HABILIDADES PARA MOTIVAR
Decimos que una persona tiene habilidad para motivar cuando hace o dice cosas que tiene la propiedad de conseguir que la persona a quien se dirige se sienta bien y satisfecha, mejore su autoestima y se sienta comprometida en lo que hace.
Decimos que una persona tiene habilidad para motivar cuando hace o dice cosas que tiene la propiedad de conseguir que la persona a quien se dirige se sienta bien y satisfecha, mejore su autoestima y se sienta comprometida en lo que hace.
Desarrollamos la habilidad para motivar a través de
nuestra competencia para, con nuestro comportamiento, proveer de resultados que
tienen valor de incentivo para otros.
La motivación incrementa la capacidad para influir
en el cambio y reducir las resistencias al cambio.
Existen una serie de reglas generales para motivar
como son:
·
Poner
en duda la información negativa como
valor cultural: existe un hábito de dar información negativa en vez de dar
información positiva.
·
El ser positivo y
proporcionar ánimo es un valor cultural inapreciable: ser asertivo
implica decir también lo que no nos gusta.
·
Diseña el entorno de tal modo que
las consecuencias valiosas y
·
gratificantes vayan después de que se haya producido un comportamiento
deseado.
·
Identifica incentivos
potenciales y consecuencias gratificantes: observando qué es lo que
particularmente motiva a cada una de las personas del quipo, por ejemplo:
– Flexibilidad horaria.
– Acceso a la formación.
– Ciertas tareas.
– Reconocimiento.
– Asumir responsabilidades.
– Etc.
·
No dejar pasar desapercibidos comportamientos
merecedores dereconocimiento.
·
Ser inmediato en dar elogios.
·
Recordar el nombre del interlocutor y
utilizarlo.
·
Procurar que lo que hagas o digas
tenga impacto emocional y se gratificante.
·
Evita que los elogios parezcan un
“latiguillo”. Ser sincero y honesto.
·
Procurar que la persona que reciba
los elogios, perciba que la obtención de la recompensa se debe a su esfuerzo y
contribución personal.
·
No pasar de “puntillas” sobre los
comportamientos dignos de ser recompensados.
·
Los reconocimientos han de ser
creíbles, hay que argumentarlos.
·
Ser equitativo: elegir criterios
claros a la hora de valorar como digno de reconocimiento cualquier
comportamiento con independencia de la persona que se trate.
·
Hacer que la tarea sea significativa.
·
La forma de tratar al equipo debe ser
agradable, cotidianamente, sin necesidad de vincularlo a resultados o
ejecuciones de tareas.
·
Tomar como criterio para motivar el
“ahora” y no lo que “debería ser”.
·
Ser asertivo en tu modo de motivar,
sin titubear ni vacilar, con firmeza.
·
La credibilidad y la fiabilidad son
el resultado de la coherencia mantenida a lo largo del tiempo entre lo que se
dice y lo que se hace.
·
Ser una fuente de recursos y
oportunidades para el desarrollo personal y profesional y la autoestima:
interesarnos por:
·
La asistencia a un congreso.
·
La inscripción a un curso.
·
La representación institucional en un
acto público.
·
Compartir información.
·
Etc.
·
Uso
de expresiones sociales positivas:
“me agrada”, “te felicito por”.
·
Si no se puede recompensar
inmediatamente, hacerlo en otro momento pero no olvidarlo.
·
Organizar
reuniones informales con
el equipo, y transmitir información
·
positiva de cómo van las cosas, los
logros obtenidos, la contribución de
·
cada uno para conseguir esos
objetivos, etc. Promover la cultura de
·
“aprender de los aciertos”.
·
El coordinador puede mantener
entrevistas personales de evaluación y seguimiento con
los miembros del equipo.
·
Promover
la celebración de días clave: las
celebraciones:
– Facilitan las emociones positivas.
– Contribuyen al desarrollo del sentimiento
de afiliación y pertenencia.
·
Ofrecer
a los miembros del equipo la oportunidad de aportar ideas propias y la
responsabilidad compartida de las decisiones importantes.
·
Delegar tareas y responsabilidades.
Un aspecto importante es cuándo se debe
motivar y la respuesta es, cuando deseamos:
·
Ayudar a adquirir y
desarrollar hábitos y costumbres que deben ser aprendidos.
·
Que nuestro interlocutor esté
receptivo a nuestros mensajes.
·
Informar acerca de lo que nos agrada de su
comportamiento.
·
Generar emociones positivas.
·
Crear un clima
favorable para la negociación y para el cambio.
·
Mantener
y ampliar los logros realizados
en el proceso de cambio.
·
Alentar a los miembros del
equipo para que se impliquen en la realización de las
tareas.