Por: Valores para jóvenes.
DOMINIO PROPIO
El dominio propio
es la capacidad (virtud) de poder controlarse en las esferas que integran la
persona, en la medida que la naturaleza del hombre le prescribe deseos y
apetitos que no todas las veces son convenientes darles rienda suelta. El joven
debe aprender a controlar su alimentación, su lenguaje, sus relaciones e
involucramiento con los demás, su dedicación exagerada a lo intelectual, sus
propias emociones y sentimientos, sus pasiones, entre otros. La templanza o
autocontrol como tal determina los límites a los cuales puede llegar el joven
sin que dañe su propia integridad personal, y claro, la de otros, producto de
violar terrenos delicados en el comportamiento.
La templanza opera
bajo la autonegación (no masoquismo psicológico y físico); es
decir, que la persona sabe que todas las cosas deseos, pasiones, deben
controlarse o no convienen satisfacerlas; aunque cuente el joven con la
libertad para hacerlo sabe que no todo es de conveniencia. Por ejemplo: el
joven que se cuida de embarazar una jovencita dañando su vida y la de ella,
porque no era un tiempo maduro para ello.
El dominio propio
se construye a través de buenos hábitos, que poco a poco se vuelven muy
importantes y previenen al joven de cometer errores que lamentaría toda su
vida. Constituye un entrenamiento personal en lo que conviene, rechazando lo
que daña la propia vida, la moral, la fe, los valores. El dominio propio es
elección de lo mejor para la vida, que no daña a la persona y a los demás.
ENSEÑAR EL DOMINIO
PROPIO LOS JÓVENES
- Cuando surge el
diálogo con los jóvenes es bueno aprovechar temas que son de su preocupación
(sexualidad, drogas, el noviazgo, el dinero, la vida laboral…) que permite
enseñarles cómo dominarse allí, siendo mesurados, no impulsivos, deseando
madurar antes que experimentar comportamientos que finalmente les harán daño.
Estas charlas abiertas también son muy deseables con los hijos.
- Enseñe
las ventajas de abstenerse antes de…para pensar las cosas y tomar mejores
decisiones.
- Deje ver las
consecuencias claras de todo acto que inevitablemente lleva a daños y heridas
en la vida propia y la de los demás.
- Enseñe que toda
persona es más valiosa y feliz en la medida que se domina a sí misma, y no en
cuanto domina al mundo; podemos conquistar a los demás, pero no tener la
riendas de sí mismo; esto es caso común en muchas figuras de la farándula con
el mundo a sus pies, pero bajo problemas de drogas, inmoralidad y demás.
- Diga al joven que
siempre existe la oportunidad de tomarse un tiempo para pensar antes de obrar
obsesiva y compulsivamente. Ese tiempo para sí mismo permite grandes decisiones
en la vida.
- Sugiera la
adquisición de hábitos sanos, paulatinamente, que les conduzcan a
interiorizarlos y tener control sobre ellos.
BENEFICIOS DEL
DOMINIO PROPIO PARA EL JOVEN
- Capacidad para no
cometer tantos errores en el andar diario.
- Cuidado personal
frente a amenazas, pasiones, tentaciones que le conducirían por mal camino.
- Facultad para
decidir, responder, cumplir, con lo que se auto impone y acepta como impuesto
al servir a los demás.
- Capacidad de ver
la vida con sabiduría, y en consecuencia actuar de igual manera.
- Práctica de la
prudencia y la moderación frente a los excesos que la cultura privilegia en las
personas con carácter muy débil.
- Firmeza y
determinación para lograr lo que se propone.
- Disciplina para
con sus metas y determinaciones.
- Convicciones
sólidas basadas en principios y valores morales fundamentales.