miércoles, 27 de noviembre de 2024

El líder y el tiempo.


El líder y el tiempo.

Por: Alejandro Martínez

En una mala planeación de negocio podemos perder dinero. En una falta de atención podemos perder bienes materiales pero en la vida, la persona que pretenda ser un buen líder, lo único que no puede perder es tiempo.

Ha concluido el primer mes del año 2016 y es un excelente momento para hacer una reflexión de cómo hemos avanzado en nuestra formación y educación de liderazgo tanto personal como social.

El hacer una primera pausa en el año, en este mes de enero que termina,  permite al líder replantear objetivos, ver lo que ha funcionado en la estrategia que se estableció, haciendo una evaluación detallada de los aspectos más profundos de la vida personal, profesional, económica y deportiva.

Ante una sociedad que cada día nos bombardea con millones de mensajes, el líder debe de estar continuamente atento a no perder el foco de lo que realmente es importante para su desarrollo.

Mantener bien focalizadas las metas, ayuda a saber si realmente se avanza o solo se está dedicando a hacer activismo fácil sin mayor trascendencia en la vida de los seguidores que se pretende influir.

El tiempo no perdona a nadie. No importa si tienes poder económico o no. El tiempo no se compra ni se puede negociar. Es tan importante una milésima de segundo que muchos deportistas pierden una medalla de oro olímpica por esa fracción de segundo al llegar en segundo lugar.

¿Cómo puede el líder en formación aprovechar mejor cada instante de la vida? Hay que trazar un horario y apegarse lo más que se pueda a los tiempos que se han fijado para cada una de las acciones planeadas. Además, el líder en formación debe priorizar las actividades más importantes y el tiempo que dedicará a cada una de ellas para resolverlas. Una persona con orden establecido podrá aprovechar mejor su tiempo.


Las condiciones en cada persona podrán variar durante cada día sin embargo, al final, todos llegaremos al momento en que solo quedará el balance de nuestras acciones que durante toda la vida hemos hecho y el tiempo sin misericordia terminará. El trabajar sin descanso en nuestra formación de líderes nos puede garantizar que llegado ese momento, nos sentiremos satisfechos de lo realizado con nuestra vida.