Pensar en Grande.
¿Cuál es la diferencia entre las personas que logran grandes hazañas y las que no? Las primeras piensan en Grande. Estas personas desafían las barreras y los modelos preestablecidos. Intentan lo que otros no se animan. Son persistentes y hasta a veces incansables. Son motivo de risas, tildados de locos. Pero por sobre todas las cosas, piensan en Grande. Para ellos, a priori nada es imposible.
Piensen un minuto en cualquier personaje que admiren. La regla se cumple, siempre. Para llegar a lo alto, hay que apuntar alto.
Tener un sueño, una gran idea, un proyecto desafiante, etc… El sueño de Pensar en Grande nos da la fuerza que necesitamos para superar los obstáculos que seguro se presentarán en el camino. Como dice el ejecutivo de IBM, Bob Hoey, cuando uno apunta alto, generalmente subestima los problemas que tendrá, pero también subestima los beneficios. Así que vale la pena el intento.
Pero más importante que esto, Pensar en Grande, nos da la fuerza interior para superar nuestros propios temores, lo que yo llamo Autoboicot. Muchas veces tenemos viento a favor, el apoyo necesario, pero somos nosotros mismos los que nos decidimos “quedar en el molde”.
Según el gran Randy Pausch, “las paredes no están ahí para detenernos, sino para mostrarnos cuánto nos importa superarlas”. Pensar en Grande es el gran antídoto para motivarse a uno mismo y contagiar a los demás para seguir luchando por una causa.
No hace falta cambiar el mundo. Todos podemos hacer grandes cosas que marquen la diferencia en nuestro entorno. Así que redoblemos las apuestas, ya que si creemos profundamente en nuestra gran causa, ya dimos un gran paso.