¿En qué consiste el verdadero liderazgo?
“El liderazgo es lo que haces cuando nadie está mirando. La
verdadera medida de lo que eres es lo que haces cuando nadie te mira. ¿En
qué vamos a emplear nuestra vida? Por que al final del camino, sólo hay dos
preguntas importantes: Qué persona has llegado a ser y cuántas vidas has
cambiado”.
Y tal y como recalca Robin Sharma, no hace falta
ser Steve Jobs, o Bill Gates para ser un gran líder: “El liderazgo consiste en
pequeños actos de creatividad, cosas que parecen insignificantes, pero que se
producen de forma constante. Lo insignificante nos lleva a cosas grandes, a la
auténtica transformación”.
Ocho Reglas para un nuevo liderazgo
1. No
te pagan sólo para trabajar, sino también para estar asustado. El permanecer en
nuestra zona de confort es lo más peligroso que hay. La verdadera innovación
pasa por salir de esa zona de confort, por comprometernos con lo que nos
asusta. Acércate a tu temor y encontrarás tu libertad.
2. El
fracaso es abandonar demasiado temprano. Lucha por inspirar a las personas con
las que trabajas, para las que trabajas y las que trabajan para ti. Inspira a
los demás.
3. El
antiguo modelo de liderazgo está obsoleto. Aprende a liderar sin tener el
título para ello. El liderazgo se produce desde cada puesto de trabajo.
4. Un
trabajo es solo un trabajo si lo ves como tal. Sin embargo el trabajo es tu
oportunidad de expresar lo que eres. Y si tu trabajo es medio (o mediocre), esa
es la imagen que está proyectando de ti mismo como persona. Tu trabajo es tu gran
oportunidad para mostrar lo que eres, tu oportunidad para crear y entregar
valor.
5. Tu
verdadera ventaja competitiva reside en la capacidad que tengas de crear
liderazgo en cada uno de tus empleados, y hacerlo más rápido que tu
competencia.
6. El
liderazgo son tres cosas: inspirar, influenciar e impactar. Todos estamos
deseando que alguien nos inspire. ¿Quieres ser el mejor? o simplemente te vas a
limitar a decir “es mi trabajo”.
7. Deja
de decir lo que vas a hacer y hazlo. Las ideas sin ejecución no valen nada, las
ideas por sí solas, no tienen ningún valor.
8. Evita
las distracciones innecesarias y céntrate. No puedes pasarte el día
persiguiendo juuetes brillantes. Si tienes un problema eres tú quien lo tiene
que resolver. No esperes que lo haga otro.
Por: Rodolfo de Juana