Por: Psicología y desarrollo.
MOTIVACIÓN
La motivación se
puede definir como el proceso que inicia, guía y mantiene las
conductas orientadas a lograr un objetivo o a satisfacer una necesidad.
Es la
fuerza que nos hace actuar y nos permite seguir adelante incluso en las
situaciones difíciles. Ir a buscar un vaso de agua cuando uno tiene sed,
estudiar durante toda la noche para aprobar el examen de conducir que tanto se
desea o entrenar duro para ser el mejor de un campeonato, son posibles gracias
a ésta.
Sin
embargo, al igual que los retos y los proyectos que nos proponemos son muy
variados, los tipos de motivación de los que nacen nuestras fuerzas para lograr
nuestros objetivos también lo son.
El grado
de motivación de cada individuo no es directamente
proporcional al valor de aquello que lo provoca, sino que es
la importancia que le da la persona que lo recibe la que determina la fuerza o
el nivel de motivación.
A
continuación explicaremos los distintos tipos de motivación, así como las
distintas fuentes de motivación que nos impulsan a realizar ciertos
actos.
1. Motivación
extrínseca
La motivación
extrínseca hace referencia a que los estímulos motivacionales vienen de
fuera del individuo y del exterior de la actividad. Por tanto, los
factores motivadores son recompensas externas como el dinero o el
reconocimiento por parte de los demás. La motivación extrínseca no se
fundamenta en la satisfacción de realizar la cadena de acciones que compone
aquello que estamos haciendo, sino en una recompensa que solo está relacionada
con esta de manera indirecta, como si fuese un subproducto.
Por ejemplo: un
individuo puede trabajar mucho para ganar más dinero o puede estudiar muy duro
por el reconocimiento social que le proporciona un buen empleo una vez haya
acabado sus estudios. Una persona con motivación extrínseca por una tarea que
debe entregar, trabajará duro en ella pesar de tener poco interés, pues la
anticipación del reforzador externo le motivará a acabarla a tiempo.
2. Motivación
intrínseca
La motivación
intrínseca hace referencia a la motivación que viene del interior del
individuo más que de cualquier recompensa externa. Se asocia a los deseos
de autorrealización y crecimiento personal, y está relacionada con el
placer que siente la persona al realizar una actividad, lo que permite que una
persona se encuentre en “Estado de Flow” al realizar la misma.
Por ejemplo: un
individuo que asiste a los entrenamientos de su equipo de fútbol simplemente
por el placer que le supone practicar su deporte favorito.
La motivación intrínseca
es el tipo de motivación más vinculado a una buena productividad, ya que
allí donde se da el individuo no se limita a cumplir los mínimos necesarios
para obtener la recompensa, sino que se involucra personalmente en lo que hace y
decide poner en ello gran parte de su empeño.
3. Motivación positiva
La motivación
positiva se refiere al proceso por el cual un individuo inicia o mantiene
adherido una conducta gracias a la obtención de una recompensa positiva, sea
externa o interna (por el placer de la actividad).
4. Motivación
negativa
La motivación
negativa hace referencia al proceso por el cual una persona inicia o se
mantiene adherida a una conducta para evitar una consecuencia desagradable,
tanto externa (castigo, humillación, etc.) o interna (evitar la sensación de
frustración o fracaso).
5. Motivación
básica
La motivación
básica se refiere a la base estable de la motivación que determina el
nivel de compromiso de un deportista con su actividad. Se refiere al interés de
un deportista por los resultados deportivos, su rendimiento personal y/o los
consecuencias positivas de ambos.
6. Motivación cotidiana
La motivación
cotidiana hace referencia al interés de un deportista por la
actividad diaria y la gratificación inmediata que ésta produce.
7. Orientación motivacional centrada en el ego
Este tipo de motivación
se refiere a que la motivación de los deportistas depende de retos y resultados
en comparación con otros deportistas.
8. Orientación motivacional centrada en la
tarea
La motivación depende de
retos y resultados personales, e impresiones subjetivas de dominio y progreso.
Ambas orientaciones son
ortogonales y no opuestas. Por tanto, pueden existir deportistas con ambas
orientaciones altas, ambas orientaciones bajas, con una orientación centrada en
el ego alta pero baja en la tarea y con una orientación por la tarea alta pero
una orientación centrada en el ego baja.