Por: Desarrollo Personal
Los
2 Motores Del Logro De Metas
En nuestro camino
al logro de metas, básicamente encontramos que múltiples limitaciones de
naturaleza humana, nublan nuestra vista sobre el horizonte.
Es fácil pensar a
veces, que lograr las metas es imposible, o muy difícil, dado que no tenemos la
fuerza suficiente para continuar.
Cuando se presentan
obstáculos, y las dificultades surgen de la nada, llega la depresión, el estrés
y el negativismo.
Sin embargo,
afortunadamente existen un par de conceptos que podemos aplicar para
mantenernos en movimiento camino a nuestras metas.
Yo personalmente le
llamo a estos conceptos, los 2 MOTORES del logro de metas. ¿Por qué motores?
Porque sencillamente son la base del Movimiento hacia el éxito total.
Así como en un
avión común, los 2 motores mantienen la aeronave en vuelo, y le permiten
despegar y aterrizar, atravesando diferentes estados de inercia, los 2 motores
del logro de metas nos permiten pasar de un estado pasivo, a un estado activo,
conquistando un cielo de oportunidades.
En caso de que uno
de los dos motores falle, el avión puede caer en picada dando vueltas hasta
estrellarse.
Igualmente nos pasa
a nosotros cuando uno de los 2 motores del logro de metas se detiene por
completo, o empieza a fallar.
La ventaja, es que
uno de los dos puede ayudarle al otro a mantener la marcha mientras se recupera
de dificultades menores.
Si somos excelentes
arquitectos, diseñaremos naves cuyo funcionamiento sea óptimo en términos de
aprovechamiento de recursos.
Al igual, si
tenemos buenos conocimientos de arquitectura de vida, tendremos una maquinaria
lista para aprovechar hasta los más fuertes vientos.
Cuando estamos
alineados con nuestros sueños, y sabemos organizar nuestra vida de manera que
tengamos todo a nuestro favor (incluso los obstáculos… que pueden ser
aprovechados como enseñanzas) es difícil que cualquier cosa nos detenga.
Si tienes
curiosidad, aquí están los 2 motores, y la explicación de cómo aprovechar cada
uno de ellos:
Motivación
La motivación
sencillamente es el motor que nos ayuda al despegue y nos permite pasar de la
quietud, al movimiento inercial. Es justamente la herramienta que nos permite
crear moméntum.
Sin embargo, el
suministro de gasolina para este motor, es totalmente limitado, por lo que es
necesario aprovecharlo al inicio de cualquier vuelo.
Siempre que
empiezas un proyecto, tienes mucha motivación, te sientes imparable y tu fuerza
de voluntad está al 500%. Pero luego de un poco tiempo, es posible que surjan
dudas, o que simplemente te encuentres con bloqueos mentales en el camino.
Sencillamente las
existencias de motivación se agotan con el tiempo, como si se consumiera una
mecha de dinamita. Sin embargo, sirve como un explosivo que nos da el impulso
inicial, por lo que no debería ser menospreciado.
Autodisciplina
La autodisciplina
por su parte, es el motor que soporta los altibajos de la Motivación. Cuando el
motor de la motivación falla, o se queda sin suministros, es necesario recurrir
a la autodisciplina.
La autodisciplina
no es más que la habilidad de actuar independientemente de la motivación,
aprovechando el recurso más valioso de nosotros, los seres humanos: La Energía.
El uso óptimo de la
energía, es denominado autodisciplina. Cuando usamos la energía vital que
tenemos (no sólo física, sino también mental) en cosas que no contribuyen con
nuestra felicidad o nuestro éxito, estamos desaprovechando el recurso más
importante.
Para tener
autodisciplina, es necesario contar con un horizonte claro y un destino al cual
se desea llegar. No es posible mantener el movimiento sin generar conflictos,
cuando se carece de claridad sobre el lugar al que uno se dirige.
Si tienes claro lo
que quieres, sientes motivación para empezar, y te comprometes a actuar a pesar
de las dificultades aprovechando tu más preciado recurso, el éxito en tus metas
será sólo cuestión de tiempo.