martes, 26 de septiembre de 2023

¿Qué es la perseverancia? El mundo abre paso a aquellos que saben a dónde van.

Por: Javier Iriondo


Todo el mundo se cae algunas veces, pero siempre tienes la elección de levantarte, sacudirte el polvo y comenzar de nuevo. Habrá momentos en los que parece que la situación en más grande que tú, momentos en los que creas que ya no puedes soportar más o donde el pasado duele demasiado. Te preguntaras por qué, y es ahí cuando será el momento de alzar la mirada y mirar a tus sueños, mirar a tus porqués y superar el miedo al cambio. Esa es la respuesta a la pregunta qué es perseverancia.


1. SIGNIFICADO DE PERSEVERANCIA

Perseverancia es levantarte una vez más, sacudirte el polvo y decidir que a pesar de las circunstancias, seguirás caminando. Por supuesto también es una de las claves del éxito porque no lo olvides: el mundo abre paso a aquellos que saben a dónde van.

No importa lo que otros hagan, piensen, critiquen o digan. Tú tienes que recorrer tu propio camino y descubrir tu propio potencial. Eres más grande de lo que crees, eres más fuerte de lo que imaginas. No te creas tus propias excusas. Tienes que ser como una pelota que cada vez que cae, rebota y vuelve a levantarse una y otra vez.

2. CÓMO SER PERSEVERANTE

Si no tenemos claro nuestro destino, no podemos trazar el rumbo y tan solo vagaremos a la deriva con la esperanza de un día llegar a buen puerto.

Necesitamos una absoluta claridad y definición de los resultados que deseamos alcanzar, ya que estos nos ayudarán a crear nuestro plan y nuestro rumbo hacia nuestro destino.

Aunque tengamos todo el conocimiento del mundo, si no tenemos un porqué bien claro y definido, algo que nos inspire, no tendremos la pasión necesaria para recorrer el camino que nos llevará hasta donde deseamos. Y, por supuesto, sin todo ello el valor de la perseverancia es nulo.

Así pues, para ser más perseverante ten muy presentes los siguientes puntos:

a) Define tus objetivos: son los que nos dan una sensación de sentido y propósito; son nuestra fuente de energía. Las metas nos da un sentido de dirección y nos ayudan a centrar nuestro enfoque y atención; y somos más felices cuando hacemos algo que nos dirige hacia lo que deseamos.

b) El poder del enfoque y la atención: una de las claves para crear un cambio duradero es aumentar nuestro nivel de conciencia sobre nuestro enfoque, aquello a lo que dirigimos nuestra atención, y dejar de procrastinar.

En cualquier cosa que te enfoques es lo que vas a sentir, sea cierto o no. Aquello a lo que más atención prestas, se convierte en tu percepción de la realidad, y es lo que acabas sintiendo y acaba dominando tus emociones.

c) Examina tu entorno y pregúntate si estás rodeado de personas tóxicas que no te permiten perseverar o todo lo contrario: si tienes la fortuna de rodearte de gente que te empodera.

d) Trabaja día a día tu inelegancia emocional

e) Y muy importante: incorpora los 5 hábitos de la resiliencia: 

1) Flexibilidad ante el cambio. La vida es cambio y está llena de “sorpresas”. Por ello, tenemos que comprender que no debemos tener miedo al cambio porque es algo natural que nos acompañara a lo largo de nuestra vida. No tenemos que verlo como una amenaza, sino como una oportunidad de crecer. Si nos aferramos a la seguridad eso genera más inseguridad. Cuánto más control queremos tener, más tensión generamos. Lo rígido se rompe, así que para ser resiliente hay que ser flexible.

2) Relativiza. Pregúntate: ¿es normal que reaccione de esta manera ante esta situación? En demasiadas ocasiones magnificamos nuestras reacciones y eso aumenta la intensidad de nuestras emociones, creando una bola que va haciéndose cada vez más grande. Si no somos capaces de tomar distancia, nos desbordaremos. Por lo debemos parar, respirar, vernos desde fuera, convertirnos en un observador de la situación para tener mejor perspectiva y una mejor visión de la situación.

3) Acepta que las cosas no van a ser siempre como nos gustaría que fuesen, ni como se supone que deberían ser. Las cosas son como son y tenemos que lidiar con ellas. Lo que sucede es lo que sucede, no podemos cambiar lo ocurrido, pero a partir de ahí somos nosotros los que damos el significado a eso (recuerda la famosa lección de Ortega y Gasset de: Yo soy yo y mis circunstancias).

Podemos magnificar o reducir, podemos verlo como una injusticia o como un reto. Cuanto más relativicemos las cosas, mejor gestionaremos nuestras emociones, nuestra vida y más resilientes seremos.

4) Autoestima. Las personas resilientes confían en si mismas, no pierden mucho tiempo lamentándose; no tienen tanto miedo a las críticas o al qué dirán. Son personas que se centran en sus objetivos y los persiguen con determinación para volver a resurgir. Y esa autoestima les permite pedir ayuda si lo consideran necesario.

5) Convierte los problemas en lecciones. Los problemas se pueden convertir en oportunidades de generar grandes cambios de vida. Las personas resilientes comprenden que las crisis van y vienen, y cada una puede aportarnos una lección de vida. Por ello, hay que aprender de ellas para crecer y superarse, y dar el lugar que se merece a la perseverancia.