Por: Catálisis Liderazgo.
Los líderes tienen una forma de actuar muy diferente al resto de personas. Siempre están en un proyecto nuevo o desarrollando uno que llevan tiempo cocinando. No se desaniman por los obstáculos y los ven como desafíos que les ayudan a ser mejores personas y líderes.
Mientras que una persona con mentalidad promedio se queja, culpa a otros o desiste ante un obstáculo, los de mentalidad de liderazgo evitan a toda costa el quejarse, siempre asumen plena responsabilidad por las cosas, tanto de lo que hacen como de las decisiones que no toman, y tienen como mantra: “Los que abandonan nunca ganan y los que ganan nunca abandonan”.
Pero si tuviésemos que elegir una diferencia principal de los líderes con respecto al resto de personas, para mí sería que toman acción. No se quedan evaluando por mucho tiempo si hacen algo o no, no le dan muchas vueltas, ellos sencillamente actúan y es durante ese recorrido que van ajustando las situaciones que puedan surgir.
John C. Maxwell, reconocido autor de liderazgo dice: “El pesimista se queja del viento, el optimista espera a que cambie; el Líder ajusta las velas”. Sería difícil dejarlo más claro.
En este Post comparto 3 principios indiscutibles de los líderes que toman acción.
1) Empiezan las cosas.
Esta es una de las principales diferencias de los líderes: empiezan. La mayoría de la gente tiene buenas ideas, ideas que si las colocaran en práctica podrían darles un giro excelente a sus vidas; más tiempo para estar con sus familias, más beneficios económicos, más satisfacción personal, una mejor salud, entre otros, pero el problema es que no empiezan, todo se queda en una idea.
Cuando hablan, se emocionan por la gran idea que tienen, hablan con entusiasmo, se la imaginan con detalle, pero se queda allí, en una idea.
Se frenan por pensar que deben esperar a tener el dinero completo, o el tiempo suficiente para empezar, o un equipo de trabajo ideal y mientras tanto la idea sigue sin desarrollarse. Sin despegar. Es como que si tuvieses un gran cohete con todo lo necesario y básico para arrancar pero se queda allí, en su plataforma de lanzamiento. Pasan los años y el cohete sigue allí, y seguirá si nunca se hace despegar.
Los líderes por lo contrario, hacen algo que al resto le parece poco y hasta tonto, cuando a los líderes les surge alguna idea, la escriben. Así de sencillo, saben que si no la escriben en alguna parte esa idea que surgió se les puede escapar. Por tanto, la escriben tan rápido como llega a sus mentes y la mantienen allí durante el día, y luego buscan cualquier momento para revisarlas y refinarlas.
Una vez que la tienen clara, se las presentan a otras personas de su entera confianza para que las evalúen y den su feedback, y luego ¡ZAS! Empiezan a materializar esa idea.
Puede que ese materializar signifique una búsqueda por internet, un estudio de mercado básico hecho por ellos mismos a través de la red, pero ya empezaron, y esa energía se convierte en momentum y hace que la idea empiece a tomar fuerza en cuerpo y alma y finalmente se convierte en un nuevo proyecto.
Escribir las ideas que nos vienen a la cabeza parece algo pequeño pero es el primer paso para que la idea se asiente en nuestra mente.
Si tienes alguna idea que ha estado revoloteando en tu cabeza, toma acción y captúrala inmediatamente en una hoja de papel o en tu agenda y empieza a darle vida y oxígeno con nuevas ideas que le vayas añadiendo. Verás que enseguida empieza a llenarse de energía y luego no la vas a poder soltar.
2) Son constantes.
Los líderes se convierten en líderes por su constancia. Su mantra de que “Los que abandonan nunca ganan y los que ganan nunca abandonan”, se hace parte de su estilo de vida diario.
Una vez que han comenzado una idea la agarra con fuerza, la cuidan y la alimentan. Saben con completa certeza que las adversidades van a llegar, reconocen que nada bueno y que vale la pena se consigue de forma fácil. Por tanto, se hacen inmunes a los obstáculos. No los ven como problemas sino como desafíos que forman parte normal del proceso de crecimiento.
Mientras que para una persona con mentalidad promedio los obstáculos representan un problema, los líderes saben que todo problema, obstáculo o adversidad conlleva en sí mismo una plataforma para el éxito, que sólo la aprovechan aquellos que perseveran y son constantes.
Un grupo grande de personas puede empezar alguna idea o proyecto pero cuando empiezan a llegar los obstáculos empiezan a dudar de la idea que antes les parecía genial, se desaniman y empiezan a dudar de sus propias capacidades para llevar la idea a cabo, se desenfocan, y por lo general se vuelven a enfocar en lo que hacían antes, a lo que les da más seguridad y que ya dominan perfectamente; se regresan a su zona de confort.
Los líderes por el contrario, se aferran a la idea y mientras más incómodos se sienten más saben que esa incomodidad está estirando sus límites y rompiendo sus paradigmas, y por experiencia reconocen que es lo mejor que puede pasar ya que al superar ese obstáculo su carácter se ensanchará, su crecimiento personal y como líderes será más amplio y les llena de fuera y convicción. De hecho, los prepara para asumir retos mayores en el futuro.
Si estás en este momento llevando a cabo una idea y encuentras obstáculos, toma acción y sigue perseverando, sigue confiando, sigue creyendo en ti mismo. No mires lo que parece ir yendo mal sino enfócate en lo que obtendrás y eso te dará ánimos para seguir avanzando en medio de la dificultad.
3) Terminan lo que empiezan.
Este punto es uno de los que hace la mayor diferencia en los líderes con respecto al resto: terminan lo que empiezan. No lo dejan a medias, no se distraen haciendo otras cosas más emocionantes en el momento.
Un gran error que cometen muchas personas es no continuar hasta obtener lo que querían. Se quedan en el camino, no siguen avanzando. Ven la vida en función de los ‘momentos emocionantes’. Cuando el momento de emoción pasa, entonces se desilusionan y cambian de opinión y cambian de objetivo.
¿Cuántos negocios en tu ciudad has observado que empiezan y luego al año o dos, se cierran? ¿Cuántas personas conoces que te han dicho que empezaron una idea y al tiempo las vuelves a ver y ya no siguen con esa idea sino que han iniciado otra idea que siles va a dar lo que quieren?
Empiezan algún negocio y con las primeras entradas de dinero se emocionan pero como al tiempo ya no ven el mismo flujo de dinero que antes, se desvanecen y empiezan a pensar en el próximo negocio que les dará, según ellos, un mayor flujo de dinero. Y así continúan hasta encontrar el ‘negocio perfecto’. La verdad es que nunca lo consiguen porque no existe…
No darle el tiempo y energía necesario a algo que se empieza es darle razones para que fracase. Las medallas se dan a los que terminan la carrera, el trofeo se da a los que terminan el campeonato, nunca antes.
Si quieres empezar a ver resultados en tu vida, toma acción y termina lo que empiezas. Terminar significa seguir hasta obtener lo que al principio habías visualizado, por supuesto surgirán obstáculos pero no te enfoques en ellos, enfócate en la imagen que tienes del producto terminado.
Un bebé cuando está en sus primeros meses de gestación no tiene una forma definida, y no por eso sus padres dejan de creer y querer a ese bebé. No es hasta que se han cumplido los nueve meses correspondientes que el bebé está listo para salir y ser disfrutado.
Todo tiene su tiempo, y las ideas buenas tienen su tiempo de concreción. Sigue persistiendo manteniendo tu objetivo en la mira.
Los líderes se diferencian del resto en que toman acción, en cada parte del proceso han decidido seguir actuando a pesar de los obstáculos.
Sé el líder que debes ser y toma acción mediante empezar, ser constante y terminar lo que empiezas. Es la única manera probada para llegar a ser, hacer, tener y dar todo lo que has imaginado en la mente prodigiosa que te fue dada.