Por: Alejandro Martínez.
¿A que hemos venido al mundo? ¿Por qué
nacimos en este país y no en otro? ¿Cuáles son mis capacidades de liderazgo?
¿Para que soy bueno? Estas y otra muchas preguntas de carácter personal, es
importante que pueda responder una persona que pretenda convertirse en un buen líder.
Ningún barco puede llegar a buen
puerto sino tiene bien ajustada su brújula. Ningún avión puede salir a volar
sino conoce su destino y distancia. Lo mismo sucede con los adolescentes en
formación que pretendan desarrollar su liderazgo y, sobre todo, encontrar su
misión en la vida, que los ayude a trascender.
Pero ¿Cómo se logra encontrar la
misión para la que uno ha nacido? ¿Cómo se responden las preguntas más
importantes de la vida? ¿Quién soy? ¿Por qué soy? ¿Para que soy?
Es importante decir que la
persona en formación de liderazgo, tiene que ponerse a prueba en pequeñas cosas
que formen su voluntad para luego aspirar a objetivos más grandes que requieran
de mayor práctica y destreza de habilidades.
Una persona que nunca puso a prueba sus límites mentales, físicos, etc. Es muy difícil que pueda conocerse
a si misma. El deporte, si se practica con frecuencia por ejemplo, es un
excelente medio para conocer la capacidad de resistencia. El estudio ayuda a
conocer y superar los límites intelectuales. El desarrollo de las relaciones
humanas fomenta la seguridad personal y el trato social tan importante para un líder.
Si nunca se comenten errores
nunca se aprenderá a levantarse, corregir, seguir adelante y por consecuencia, jamás
se sabrá hasta donde se pudo haber llegado en un sueño de vida. De hecho, los
más grandes líderes en la historia de la humanidad fueron personas que se
equivocaron mucho pero su perseverancia, gracias a su voluntad bien formada,
los ayudo a encontrar la manera correcta en alcanzar el éxito.
Un líder no es perfecto, más
bien, es una persona que va aprendiendo de los errores propios y ajenos para
mejorar su metodología de desarrollo mental, físico, académico, social, etc. Y con
paciencia y perseverancia, podrá responder las preguntas sobre su vida y encontrará
la misión de trascendencia a la que ha sido llamado.
Quien no intenta nada, no logrará nada en su vida. Los líderes adolescentes se están enfrentando a nuevos retos que la sociedad nunca había conocido. El COVID 19 es una muestra clara de esto y, para sorpresa de muchos, los adolescentes que han trabajado en su formación de liderazgo, no solo se han mantenido avanzando sino que incluso están creciendo de manera personal.
Nuestros candidatos del Programa de Liderazgo Supera han demostrado en 13 semanas de cuarentena, lo que puede lograr una persona si tiene buena dirección, motivación y encuentra un porqué ante la adversidad.
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