Por: Jeronicalafell
Condicionamiento
Mental y Creencias Limitantes
Un condicionamiento
mental (CM) o creencias limitantes son pensamientos propios, conscientes o
inconscientes, que pueden limitarnos y hacernos perder oportunidades. La razón
es que los CM afectan a nuestra manera de pensar y por lo tanto, a nuestra
forma de actuar.
Estas creencias
limitantes forman parte de la vida, no podemos evitar que se forme un
condicionamiento mental y es nuestra responsabilidad la de identificarlos para
así, poder superarlos y avanzar hacia nuestras metas.
¿ Cómo se crea un
Condicionamiento Mental ?
Utilizar un cuento
o anécdota para explicar un tema complejo como son los CM o pensamientos
limitantes, muchas veces, es la mejor manera, ¿habéis oído nunca el cuento de
la barracuda y la caballa? Ahí va…
Sencillo y claro,
¿verdad?
Como podéis ver, la
característica básica del condicionamiento mental es que adquiere forma de
“experiencia” y, de forma inconsciente, le damos categoría de “información
verdadera” cuando no tiene porque serlo siempre.
Hay decenas de
pequeñas experiencias diarias que están íntimamente atadas al contexto en el
que se producen, y lo que hoy es blanco mañana puede ser negro. El
condicionamiento mental nos dice que es blanco hoy, mañana y pasado, y lo peor
de todo es que así lo creemos y así actuaremos en el futuro, por eso lo
convertimos en creencias limitantes que nos impiden hacer las cosas de forma
distinta y damos por hecho que sigue siempre “blanco”.
Creencias
Limitantes ¿La experiencia es un grado?
La experiencia es
importante en nuestras vidas, nos puede guiar, nos puede evitar males o daños,
nos puede llevar a evitar cometer los mismos errores una y otra vez… pero
también nos puede llevar a perder oportunidades una y otra vez.
La experiencia
personal se basa en creencias de cada uno y es un arma de doble filo que hay
que saber gestionar.
Para explicarme
mejor voy a dividir la experiencia en dos tipos:
1.- Tangible:
Podríamos definirla
como aquella basada en la física clásica de Newton.
De pequeños, seguro
que alguna vez os habéis quemado con fuego, habéis recibido un calambrazo al
tocar un enchufe o simplemente se os ha caído un plato, por lo tanto, ahora no
hace falta que pongamos la mano o los dedos cada vez que veamos un fuego o un enchufe,
ni dejar un plato al aire a ver si queda suspendido para reafirmar nuestra
experiencia, ¿verdad?
Estas son
experiencias físicas, basadas en leyes físicas y no necesitamos chequearlas
continuamente.
2.- Intangible:
Este tipo de
experiencia es otra historia totalmente distinta, porque está ligada a nuestro
estado de ánimo, nuestras emociones, nuestra actitud y nuestra percepción en el
momento de vivirla.
Por ejemplo, tengo
una cena con unos amigos y con uno de ellos, por el motivo que sea, no conectamos
y siempre acabamos discutiendo. Sólo el hecho de saber que va a asistir este
conocido, mi estado de ánimo, mis emociones y mi actitud sufren pequeños
cambios que harán que actúe de la misma forma de siempre, por este motivo el
resultado que obtendré será el mismo. Discutiremos, me reafirmaré en que es un
estúpido (él seguramente también lo hará) y la siguiente vez que nos
encontremos repetiremos la situación creando un hábito.
En cambio, si yo
tomo consciencia de que pienso que tal amigo es un estúpido porque una vez él
actuó distinto a lo que yo esperaba o simplemente porque le juzgo por lo que
hace y dice, entonces puedo evitar esos cambios en mi estado de ánimo, mis
emociones y mi actitud definiendo de antemano mi forma de comportarme ante él,
por consiguiente mi conducta será distinta y es muy probable que ese día no
discutamos.
Pensamientos
Limitantes
Veamos a
continuación algunos ejemplos para que puedas detectar posibles pensamientos
que quizá tengas o al menos que te ayuden a detectar los tuyos.
Algunos de ellos
están relacionados con la conducta que adoptas en relación a los ladrones del
tiempo que explico en otro post.
En el ámbito
profesional:
En torno al
teléfono y las comunicaciones:
Pensamientos:
– Tengo que
contestar todas las llamadas en las que pregunten por mí.
– Tengo que estar
siempre localizable, puede haber un problema o un cliente me puede necesitar.
– ¿Y si me entra el
pedido del siglo?
Conducta:
– Ser un esclavo
del teléfono.
– Tu tiempo se
difumina día tras día sin poder tener tiempo para concentrarte en lo realmente
importante (tareas relacionadas con tus objetivos).
– Estrés, tensión,
sensación de no llegar.
Solución:
– Reserva espacios
de tiempo cada día para poder concentrarte en tus tareas.
– Devuelve todas
las llamadas al finalizar este espacio de tiempo.
En torno a
delegación y gestión de equipos humanos:
Pensamientos:
– No saben hacerlo…
me cuesta menos hacerlo a mí que explicarlo.
– Yo lo hago más
rápido y mejor.
– Lo único que
quieren es cobrar a final de mes.
– No hay gente
buena y los que hay no tienen interés.
– No vale la pena
formar a la gente, es una pérdida de tiempo.
Conducta:
– No tener tiempo
para lo que realmente importa porque todo pasa por mí.
– No dedicar tiempo
a formar al equipo.
– Despreciar ideas
o sugerencias del equipo.
– Sensación de
apagafuegos y de no llegar.
– Estrés, tensión.
Solución:
– Dedica tiempo
regularmente a formar al equipo (paso a paso).
– Escucha.
En el ámbito
personal:
Pensamientos:
– Cuando tenga
tiempo me dedicaré a… esto o lo otro (hobbies, aficiones).
– Lo que más me
divierte es mi trabajo.
– No me gusta el
teatro, … bailar, … viajar, … hacer deporte.
– Para qué salir,
sólo sirve para gastar y gastar.
– Cuando tenga todo
bien me dedicaré un poco a mí mismo.
– Estos libros que
quiero leer, los leeré cuando tenga tiempo.
– Etc…
Conducta:
– Habitualmente la
mayor parte de los condicionamientos o creencias limitantes están relacionadas
con el ámbito personal de las personas hacen referencia a la necesidad de tiempo,
y la verdad es que podría llegar a escribir un libro, porque prácticamente son
infinitos (distintos perros con el mismo collar).
La conducta
habitual es la de seguir igual, esperando que por arte de magia mi situación
cambie y tenga tiempo para hacer todas esas cosas que se supone que quiero
hacer.
Pero lo más curioso
de todo es que si una semana, por la razón que sea, tienes libre un martes o un
miércoles por la tarde, entonces resulta que no sabes qué hacer y te aburres, o
simplemente te sientes mal porque es
como si estuvieses perdiendo el tiempo si no estás trabajando.
Solución:
– Detalla metas
concretas, valiosas y de forma predeterminada para todas las áreas de tu vida
Conclusiones:
El tema del
condicionamiento mental es un aspecto muy importante y a tener en cuenta en
cualquier plan de metas que tengas, porque uno de los principales problemas al
definir tus metas serán tus propias creencias limitantes. Es muy probable que
te auto límites y te aconsejo que empieces con metas pequeñas, asumibles y a
medida que las vayas consiguiendo, superarás tus CM y empezarás a marcarte
metas más ambiciosas e ilusionantes para ti. Es un proceso gradual.