Por: Diego Peralta
Muchas veces me pregunto qué marcará la diferencia entre los que terminan los proyectos que inician y los que no logran terminarlos nunca. En esta entrada te muestro mis reflexiones al respecto.
El viernes pasado, como cada viernes fui a mi clase de natación. Luego de medir nuestra presión arterial, los instructores nos hicieron una prueba de resistencia: Nadar 2 kilómetros sin parar.
No es nada extremo cuando llevas años nadando, aunque créeme que tuve que sufrir bastante para siquiera aprender a flotar en el agua.
Mientras nadaba y nadaba, me quedé pensando en la importancia de la perseverancia y la paciencia. Sobre todo porque veía cómo mis compañeros de carril, se iban desesperando y cansando en el recorrido.
He notado que siguen ciertos patrones: Intentan nadar a toda velocidad desde las primeras vueltas. Algunos ni siquiera llegan al calentamiento. Está por demás decirte que cualquier actividad física, necesita calentamiento previo.
Lo primero que yo hago –luego del calentamiento–, es nadar lo más tranquilamente que puedo, sin forzar ni un músculo de mi cuerpo. En este caso, me esperaban 2 kilómetros, no había ninguna prisa.
Cuando estás corriendo o nadando un mini maratón aunque sea, aquí hay algunos consejos que puedo darte, porque el éxito está constituido por muchos de esos mini maratones a mediano y largo plazo:
Consejo #1. No quemes tus energías tan rápido
Cuando quieres alcanzar un resultado grande –a largo plazo–, es absurdo que intentes acabarte el combustible en los primeros metros de tu recorrido.
En un episodio te platiqué por qué debes trabajar con más inteligencia en lugar de quemarte los sesos y quemar tus energías sin sentido.
Empieza nadando lento, con calma, ritmo y consistencia. No me cansaré de decirte que la consistencia es una de las mejores armas que tendrás en la vida. Así como la perseverancia y la paciencia.
Consejo #2: Sé más estratégico
En las “carreritas normales” hay que ser rápidos desde el principio, pero este juego es a largo plazo. Llámese montar un negocio, construir una carrera profesional exitosa, crear un producto y venderlo, conseguir un ascenso, etc..
Tienes que recorrer el camino con estrategia. Empieza lento y consistente, y una vez que agarres ritmo, ponle un poco de velocidad para cambiar el patrón de tranquilidad.
Cuando estés a velocidad, consérvala hasta que sientas que estás cansándote. En el caso de mis 2 kilómetros nadando, tuve que variar un poco: Cuando sentía que mis brazos empezaban a cansarse, los relajaba y hacía una patada más fuerte.
Si sentía un poco acalambradas las piernas, las relajaba, y le ponía más fuerza a mi brazada. Ese tip me lo enseñó una chica que ha nadado prácticamente toda su vida, me ha sido de mucha ayuda.
Si hubiera estado en una competencia, lo más adecuado habría sido cerrar con toda la fuerza y velocidad al final. Así como cierran los maestros como Michael Phelps o Ian Thorpe.
La estrategia puede variar, dependiendo de tu negocio, el punto es ser analítico y ejecutar de acuerdo a las circunstancias. Estas preguntas podrían resultarte útiles:
¿Qué puedo hacer para mejorar mi proceso de hacer las cosas?
¿Cómo puedo ser más eficaz?
¿En qué debo relajarme y a qué actividades debo darle más peso?
¿Cuáles son los 3 resultados más importantes que debo conseguir mañana?
Pensar estratégicamente es una gran habilidad que impactará directamente en tu forma de liderar.
Consejo #3: Erradica la impaciencia de tu vida
Llega un punto como a la mitad de un recorrido así como el de 2 kilómetros nadando o unos 5 km corriendo, en los que es normal sentir impaciencia. Piensas algo como:
“¿Cuánto llevaré? ¡Aún me falta mucho! Ya estoy algo cansado. ¿Podré lograrlo?”.
Por eso entendí que varios de mi carril, tenían que detenerse a tomar un poco de aire, no era porque su cuerpo no resistiera el esfuerzo físico. Más bien, fue porque se desesperaron: Les ganó la impaciencia.
La vida me ha dado lecciones muy duras y yo creo que esa es la razón por las que la paciencia se me da con naturalidad, ya es parte de mí. Aunque no siempre, debo aceptar que hasta mi mamá se ríe de mí, cuando le digo que el café: “tarda demasiado tiempo en calentarse”.La impaciencia lleva a la neurosis. No caigas en ella, trabaja en ser más paciente.
Mi generación es impaciente por naturaleza. Quieren montar negocios que den ganancias exponenciales en 3 meses a lo más, o abandonan el barco.
Quieren entrar a una empresa y ser promovidos a los 3 años laborales –por mucho–, o se irán a otro lado. Yo adoro a mi generación millennial, pero también reconozco sus debilidades.
Con toda esa impaciencia de la actualidad yo veo una gran oportunidad: Si puedes ser más paciente que la persona promedio, tendrás sobre ellos una gran ventaja. La paciencia puede ser tu arma más letal, siempre que ejecutes tus pasiones; siempre que tomes acción.
La competencia será demasiado impaciente para conseguir aquello que tú quieres. Si tú desarrollas esa paciencia y la demuestras en este mundo cada día más neurótico, tendrás una enorme ventaja competitiva.
¿Quiéres más margen de ganancias en tu negocio? ¿Quieres esa promoción laboral? Aprende a ser más paciente. Inhala, exhala, otra vez, inhala, exhala, trabaja duro y con inteligencia. Sé consistente y vence al virus de la gratificación instantánea.
Sigue así y ten la certeza de que ese objetivo se cumplirá, sólo es cuestión de tiempo, trabajo, disciplina y resistencia. Es cuestión de perseverancia y paciencia.
Que los demás terminen exhaustos y decepcionados, tú juegas a largo plazo. Con el tiempo, te sentirás como pez en el agua en ese juego.
Consejo #4: Guíate por la inercia del trabajo
Cuando estás en medio de una carrera, llega un punto en el que simplemente flotas. El cansancio y la impaciencia han quedado fuera de tu mente, y sólo estás flotando.
No te sientes agobiado por el esfuerzo, sino todo lo contrario. Te sientes excelente y hasta crees tener la capacidad de aguantar tanto como se te exija.
A ese punto es al que debes llegar más seguido. El estado en el que fluyen las ideas, la creatividad, y el trabajo se vuelve fácil, natural, casi como respirar.
Sigue la inercia, aprovecha esos momentos de absoluta concentración y enfoque. Niégate a aceptar interrupciones triviales, sumérgete en la actividad que estés realizando con todos tus sentidos.
Independientemente de tu meta a largo plazo, o el maratón en el que te encuentres, va a llegar un punto en el que la inercia será la que te dirija. Déjala guiar tus pasos y no interrumpas ese flujo maravilloso de ideas con trivialidades.
Sentirás agotamiento, pero sabrás que es más valioso el trabajo que estás realizando, que hacerle caso al cansancio. Mucho del entrenamiento militar, tiene que ver con educar a la mente a soportar más de lo que el cuerpo puede resistir.
Puedes dedicarle más a tu negocio o a tu proyecto por muy cansado que te encuentres si tu mente tiene esa fortaleza. Aunque vayas casi al final del mini maratón podrás tener la fuerza suficiente para continuar si tienes una mentalidad de campeón.
Persiste, sé paciente y sigue avanzando. Ve como van cayendo los demás, exasperados de “no ver los resultados que esperan en poco tiempo”. Observa cómo terminan fundidos de desanimo y se quedan a un lado de la carrera, porque le hicieron más caso al cansancio de su cuerpo que a la fuerza de su mente.Hazle más caso a la jfuerza de tju mente, que al cansancio de tu cuerpo.
Consejo #5: Finaliza la carrera
¿Abandonas muchos proyectos? No te preocupes, a veces hay que abandonar los que no son prioritarios. Pero si se trata de tu pez gordo: Abandonar no es una opción para ti. Para un campeón abandonar nunca es la opción.
Abandonar un proyecto prioritario no es una opción si quieres ser un campeón. Forja un carácter de hierro y finaliza lo que has iniciado, siempre que sea un proyecto prioritario.
En todas las carreras profesionales, muchas personas inician, pero muy pocas son las que finalizan. Imposible ganar sin llegar a la meta ¿no es verdad? Finaliza esa carrera con energía, carácter y vigor. Finaliza tus proyectos importantes siempre. jEmpieza, ejecuta y termina "el juego".
Mi prueba de 2 kilómetros fue muy sencilla comparada con otros proyectos más grandes, como este blog, por ejemplo. Al día siguiente me dolía el cuerpo, pero tenía la satisfacción de haberla finalizado.
Ni siquiera pregunté sobre mis tiempos, no me interesa ser nadador de alto rendimiento. La natación es mi actividad deportiva y la adoro, pero no es un proyecto prioritario para mí.
En cambio, con mi blog es distinto. En el caso de este blog, mido constantemente las visitas que tiene y los resultados que voy logrando. Mi blog sí es un proyecto prioritario para mí.
Si indagas un poco, sabrás distinguir entre un pez muy gordo y otro medio flaco. Ve siempre por el pez más gordo primero.
Recuerda siempre la importancia de la perseverancia y la paciencia. Esas dos armas te darán el empuje necesario hasta finalizar las carreras verdaderamente importantes. Las dos son mis grandes aliadas y yo te invito encarecidamente, a que trabajes en ellas todos los días. Conviértelas en tus aliadas.
Estas dos cualidades son las que te impulsarán a terminar la carrera de los 2, 5, 10 kilómetros, el medio maratón y hasta el maratón completo.
Estas dos, son las que marcan la diferencia entre los que terminan el maratón y los que se quedan en el camino. Sólo a través de la perseverancia y la paciencia podrás terminar tus proyectos más importantes. ¿Qué puedes hacer tú para ser más paciente y perseverante en tus proyectos importantes?